Observá los pensamientos de desconexión como historias antiguas. Decí: “Esto es una vieja narrativa. No necesito creerla hoy.”
Miralos como humanos heridos como vos. Pensá: “Esta persona también tiene miedo de no encajar.”
Construí vínculos reales. Una relación auténtica vale más que muchas superficiales. Comenzá con actos sinceros pequeños.
El protocolo Hashimoto ayuda a bajar la inflamación. Cuando el cuerpo mejora, la mente también puede pertenecer otra vez.
Preguntate cada semana: “¿Qué hice esta semana que nació de mi voluntad?” Cada acción autónoma combate la alienación.
IFS, EMDR o terapia verbal integradora pueden ayudarte a reconstruir una identidad coherente y vinculada.