Tritura galletas de chocolate hasta obtener migas finas y mézclalas con mantequilla derretida. Presiona la mezcla en el fondo de un molde desmontable de 18cm (7 pulgadas) forrado con película de acetato. Refrigera.
Remoja 25g de gelatina en 120ml de agua fría para el relleno de la tarta de queso.
Mezcla crema agria, queso cottage y edulcorante hasta obtener una mezcla suave. Si es necesario, añade un poco de nata para ayudar a mezclar.
Bate la nata líquida por separado hasta que se formen picos firmes.
Calienta la gelatina hidratada en el microondas en intervalos de 10-15 segundos hasta que esté líquida. Incorpórala a la mezcla de queso.
Incorpora suavemente la nata montada a la mezcla de queso y gelatina.
Vierte el relleno en el molde, agita para eliminar burbujas de aire y refrigera.
Para la gelatina, remoja 20g de gelatina en 120ml de agua fría.
Prepara el agua azul endulzada con zumo de limón y colorante alimentario.
Coloca los arándanos lavados y secos sobre la tarta de queso cuajada.
Calienta la gelatina hidratada para la capa de gelatina hasta que esté líquida, mézclala con el agua azul.
Vierte la mitad de la gelatina azul enfriada sobre los arándanos. Refrigera durante 5-10 minutos.
Recalienta el resto de la gelatina si es necesario, enfríala a temperatura ambiente y viértela sobre el resto de los arándanos.
Refrigera la tarta de queso hasta que esté completamente cuajada.
Retira del molde, quita la película de acetato (límpiala con un paño húmedo caliente para facilitar su extracción).
Consejos
Asegúrate de que la gelatina esté completamente disuelta antes de añadirla a las mezclas.
El tiempo de refrigeración puede variar, pero generalmente necesitarás al menos 4 horas para que la tarta esté bien cuajada.
Puedes sustituir los arándanos por otras frutas de tu preferencia como fresas o frambuesas.
Para un acabado brillante, puedes añadir un poco de glaseado de frutas sobre la capa final de gelatina.